PROYECTO DE VIDA
¿Qué es un proyecto de vida?
Un proyecto de vida es un plan personal a largo o mediano plazo que se piensa seguir a lo largo de los años. Se diseña con el fin de cumplir determinados objetivos o metas concretas y se basa en gustos personales, valores o habilidades. Muchas personas fijan su proyecto de vida en base a una carrera universitaria, un trabajo, una pareja o formar una familia.
Suele empezar a pensarse en un proyecto de vida cuando se alcanza cierta madurez, sobre todo después de los 20 años: cuando la persona puede definir qué le gusta, qué le disgusta, qué la motiva o desafía.
La búsqueda del proyecto de vida es un proceso que se da durante toda la vida y puede variar según los objetivos o necesidades de cada persona. Es indispensable que el proyecto y los objetivos propuestos se basen en lo que cada individuo verdaderamente es y lo que quiere transmitir al mundo.
La búsqueda de un proyecto personal implica esfuerzo y autoconocimiento; supone plantear objetivos que lleven a la acción y hacer todo lo que está al alcance para cumplirlos.
Posiblemente en el camino hacia el proyecto existan
variables que la persona no podrá controlar: contratiempos, falta de dinero o
de tiempo. Sin embargo, si el individuo se concentra en aquello en lo que sí
puede trabajar, posiblemente esté más cerca de cumplir su proyecto.
Objetivos de un proyecto de vida
.Define objetivos y metas claras para tomar decisiones
acertadas.
.Devela y deja asentado aquello que la persona quiere para
su vida.
.Busca el desarrollo del autoconocimiento y autogestión.
.Acerca herramientas para lograr las metas personales.
.Permite descubrir gustos personales, valores y habilidades.
.Alinea las decisiones del individuo con su verdadero ser.
.Permite visualizar un futuro. ¿Cómo quiero ser? ¿Dónde
quiero estar? ¿Con quién?
.Focaliza la energía del individuo en lo que quiere
alcanzar.
Pasos para lograr un proyecto de vida
Autoconocimiento
¿Qué cosas me gustan? ¿Qué cosas me disgustan? ¿Cuáles son
mis habilidades? Estas son algunas de las preguntas que toda persona se puede
hacer a la hora de definir quién es y hacia dónde quiere ir.
El autoconocimiento es uno de los pasos más importantes para
definir un proyecto de vida personal; ya que en la medida en la que esté
alineado a lo que el individuo es, más liviano se hará el camino y mayor será
la recompensa.
Es indispensable que el individuo esté convencido de los
objetivos y metas a alcanzar y así encuentre en su interior la energía para
lograrlos. Este puede parecer un camino difícil y largo, pero será gratificante
y ayudará a concretar los siguientes pasos.
Revisar proyectos
Es importante que la persona revise los objetivos que alguna vez se propuso para ver si responden a sus intereses e inquietudes de hoy. ¿Este es mi proyecto de hoy o de cuando era niño? ¿Es mi proyecto o es el de mis padres?
Con el correr de los años, se puede notar que las personas
con las que se recorrió un largo camino (en la escuela, en la universidad)
comienzan a transitar sus propios proyectos y descubrir su plan de vida. Los
padres tienen un plan de vida, los hermanos tienen otro plan de vida, los
amigos del secundario, otros.
Las diferencias no deben afligir, sino motivar para salir al
encuentro del propio. Tener un proyecto de vida que cada uno arme a medida
permite alcanzar una vida más serena y feliz alineada a lo que cada uno es,
independientemente de que se puedan o no cumplir todos los objetivos
propuestos.
Plantear objetivos y metas propias
En este paso, es necesario que la persona analice su vida al
día de hoy (viendo qué quiere cambiar, qué quiere dejar como está) y sus
verdaderas necesidades. Así, fija objetivos y piensa en metas que llevarán a
ellos. Es importante visualizar cómo se va a lograr todo lo que se quiere y no
dejar de creer en el poder de la imaginación: está probado que visualizar
situaciones e ideas ayuda a ser más positivo y perseverante.
La acción
La acción implica que el individuo ponga todo de sí para
lograr los objetivos. Esto supone, también, desarrollar una tolerancia a la
frustración cuando los planes no salen como se esperaba. Ir variando los
pequeños objetivos o metas que conforman el proyecto de vida es parte de esta
tarea. Existe una serie de valores que son fundamentales a la hora de encarar
la ejecución de objetivos:
Optimismo. Si se logra cumplir con esta característica, la
vida será más fácil. El optimismo permite ver siempre el lado bueno de todas
las cosas que ocurren. Ser una persona optimista es una cuestión de
ejercitación diaria.
Autoconfianza. La confianza en uno mismo puede verse
afectada por situaciones que se hayan atravesado pero, al igual que el optimismo,
es necesario ejercitarla. La persona debe comenzar a sentir confianza en lo que
es, aceptarse a sí misma y a partir de allí empezará a sentirse distinta y
capaz de lograr todo lo que se proponga.
Paciencia. El proyecto de vida es un proceso que no se logrará de la noche a la mañana, ya que es necesario atravesar la vida para ir logrando cada objetivo. Para lograr cada cosa propuesta es cuestión de ser paciente: este trayecto no es para ansiosos.
Cuando se vayan logrando las metas, se irán abriendo nuevas
puertas y nuevos objetivos. Siguiendo con el ejemplo de Juan: cuando él consiga
el trabajo en esa empresa deseada, su siguiente objetivo será ascender dentro
de ella y obtener un puesto directivo. Quizás, una vez que consiga ese objetivo
pueda cambiar de empresa y aspirar a otro puesto alto.